Sábado 23 de noviembre a las 20:00
Sinopsis:
Las patrias ilusorias es una comedia ácida, crítica y airada que está ambientada en la ciudad de Madrid y protagonizada por dos mujeres de nacionalidad argentina con actitudes radicalmente opuestas y antagónicas para sobrevivir en la España hostil y no siempre abierta y receptiva del siglo XXI.
Desarrollo de la trama:
Ailín es una migrante argentina y nieta de indio mapuche que llega a España por sorpresa y se instala en la modesta vivienda de su tía Bea. Durante mucho tiempo el padre de Ailín, ya fallecido, ha prestado mucho dinero a la tía y ella lo ha malbaratado en operaciones piramidales y en otros negocios ruines y ruinosos. Enseguida se producen fuertes tensiones entre tía y sobrina debido a la actitud manipuladora y codiciosa de la primera y por negarse a saldar la deuda contraída.
La obra nos habla, pues, de dos mujeres argentinas, de diferente edad y mentalidad que por circunstancias económicas se instalan en la ciudad de Madrid. La tía Beatriz es una mujer avara, codiciosa y materialista, pero muy poco práctica, y quiere hacer dinero fácil metiéndose en negocios insensatos e inversiones piramidales y arrastra a su sobrina en sus quiméricos y alucinantes proyectos e increíbles estafas para enriquecerse y que forman parte de un catálogo no escrito de la moderna picaresca. Ailín, más idealista, comedida, generosa y escéptica, trata con gran dificultad de poner freno a los desenfrenados impulsos materialistas y megalómanos de su tía.
Estilo de la pieza
La obra refleja a través del lenguaje un triple estilo y es también reflejo de las crisis identitarias de los personajes como tema nuclear de la comedia. Encontramos un lenguaje elaborado y poético en las acotaciones, una forma de hablar híbrida del español peninsular y del español de Argentina en la tía Bea, que por querer disfrazar y enmascarar la realidad trata de ocultar mediante su acento españolizado, entonación y léxico su origen argentino. De ahí que muchas veces vacile entre el tuteo y el voseo, y las formas verbales simples y compuestas y adopte una pronunciación a la española. Un motivo de humor en la obra es el intento insensato de desargentinizar a su sobrina no solo en su estilo de vida, conducta y forma de vestir, sino también en una pérdida de identidad lingüística, sin que afortunadamente consiga modificar su lenguaje, pues a menudo Ailín reafirma su identidad y origen, empleando giros y expresiones propias del argot juvenil argentino del área porteña entre otros registros. Hay huellas palpables en su lenguaje del español de Cuba, dado que ella ha mantenido una relación estable con un novio cubano y siente especial fascinación hacia la isla y sus mitos como El Che o Fidel.
Las patrias ilusorias es una comedia para dos personajes femeninos muy contrastados y que con su diálogo ágil y chispeante alimentan la intriga y el arco y progresión dramática de la historia, con el fin de que el proyecto sea lo más viable económicamente, pero sin embargo, hay otros personajes latentes con los que ellas hablan y que se adjudicarían a un espectador/a o a la cuarta pared, (policía aduanero, vecinas, pacientes telefónicos, turistas japoneses, joven ruso, mujer y perro).
Marco social
En la pieza salen temas como la dinámica sociedad multicultural de la sociedad española y sus inevitables tensiones, la crisis económica que deja en una situación de indefensión a los inmigrantes iberoamericanos en España, la difícil adaptación y acomodo de los argentinos cuando viajan a la madre patria, la pérdida de la identidad, desarraigo y soledad en el país receptor, el choque cultural y lingüístico entre dos mundos tan parecidos y tan diferentes como son la sociedad española y la sociedad argentina, el clasismo cerril e ignorante, las ideologías trasnochadas (neofascismo), el racismo hacia las minorías y ninguneo de ciertos patrones de conducta, la manipulación del otro y el acoso sexual de las mujeres, la picaresca disfrazada de timos inverosímiles y estafas condenadas al fracaso , y creemos que siempre con un lenguaje fresco, natural y espontáneo y un humor no tranquilizador, sino antiamable, directo, duro, corrosivo y crítico para espolear las conciencias y que hurga en las tensiones de una sociedad como la española que ha sacado su perfil más sordo y hostil con los que vienen de países hermanados por el tiempo y por la historia, pero alejados por un inmenso océano y un capitalismo de nuevo cuño, insolidario, indigno, hermético y radicalmente insensible con los que salen de su país para poder ganarse la vida honestamente y les conduce a la marginalidad, indefensión y soledad más acuciante.
Del prólogo de Antonio Miguel Morales a Las patrias ilusorias:
Y creo que es aquí donde nos topamos de bruces con uno de los nudos gordianos que sustentan el peso reflexivo de la honda comedia que ha tramado Alberto de Casso: la ilusión de la patria, ese espejismo que opaca toda esperanza y deja al pairo a Ailin, desnuda ante la mirada clasista del patriota español, ejemplificado en un guardia de seguridad que percibe al migrante como intruso
Frente a Aillín, su tía Bea, atraída por el canto de sirenas del capitalismo, sufre un proceso de españolización que a mi parecer guarda ciertas similitudes con la animalización esperpéntica inspirada en Valle, autor que Alberto reconoce como maestro: su codicia la vuelve un ave de rapiña que campa a sus anchas sobre los restos de los náufragos (también migrantes en su mayoría) a los que alquila nichos olvidados con inmisericorde cicatería. Las patrias ilusorias se yerguen como agujas afiladas inscritas dentro de unas circunstancias históricas bien determinadas: la existencia de niveles de desarrollo económico de enorme desigualdad entre el primer y el tercer mundo y la abundancia de flujos migratorios, sin que nadie parezca estar dispuesto a tender puentes entre ambas realidades.
Del prólogo de Nacho Ortega
En última instancia, Las patrias ilusorias nos desafía a mirar de frente nuestras propias ilusiones y a preguntarnos qué estamos dispuestos a sacrificar en nombre de nuestros sueños. Nos invita a buscar, más allá de las fronteras geográficas y las barreras sociales, un lugar al que verdaderamente podamos llamar hogar. En esta comedia agridulce, cada personaje y cada lugar se convierte en un espejo de nuestras propias aspiraciones y frustraciones, desafiándonos a redefinir lo que significa pertenecer, amar y luchar por un futuro que no sea una mera ilusión, sino una realidad tangible y profundamente humana.
FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
Dramaturgia Alberto de Casso
Dirección Alberto de Casso
Actrices Carolina Dasso y Adriana Spina
Voces en off Vecina Alicia Cereceda
Diseño de luces Julio Ortega
Sonido: Alberto de Casso
Fotografía Osvaldo Rey Albornoz
Diseño gráfico Carolina Dasso
El Autor y director
Es un dramaturgo español que ha escrito más de cuarenta obras de teatro y publicado más de veinte. Y ha dirigido muchas de sus obras en teatros del circuito independiente. Sus obras se han representado en España, Chile, Argentina y Cuba
Alberto de Casso Basterrechea, Madrid, 1963, es un dramaturgo español que ha vivido también en Ghana y Cuba. Algunas de sus obras como Harmattan, publicada por Hiru, en 2001, Tres mujeres en África, publicada por Ediciones Antígona 2014 o Los Viernes del Hotel Luna Caribe están relacionadas con estos países. Ha conseguido algunos de los premios teatrales más destacados. En 1999 obtiene el premio Calderón de la Barca con Los Viernes del Hotel Luna Caribe, el Lope de Vega en 2008 con Y mi voz quemadura, publicado por Esperpento Ediciones teatrales junto con su obra Raquel y Rachid, obras que se representaron en Madrid, Donosti, Zaragoza, Cáceres y Cataluña. Se alza con el Premio Internacional de Teatro Breve Ciudad de Requena, 2007 con El violin roto de Samuel Levi y publicación de la obra. Obtuvo también el premio Escena contemporánea 2009 con El cuerpo oculto publicado por Ediciones Invasoras en 2017 y el VIII Certamen internacional Leopoldo Alas Mínguez de Fundación SGAE 2015 con La tarde muerta. También obtiene este mismo año el Premio Teatro Calderón de Valladolid con El ciclista utópico cuyo estreno tuvo lugar el 24 de Marzo de 2017. Logra el VIII Certamen Internacional Lam de la Sgae con La tarde muerta. Su obra El segundo infierno se ha estrenado en el Teatro Lagrada el 21 de octubre de 2016 con dirección de Andrea de Gregorio. Ha colaborado con obras breves en varios volúmenes de El tamaño no importa (A.A.T.). En la Habana ha estrenado ya tres obras, La lengua muerta, por la compañía El Buscón, Viaje a la ceniza, premio AAT 2014 estrenada en julio de 2017 y La seducción del eunuco en 2018 por la compañía Gaviota
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y dirigida por Lilian Dujarric. Su último montaje Cuatro Historias Truncadas se ha representado en Madrid y Zaragoza. En diciembre de 2018 ganó el premio Buero Vallejo de Guadalajara con su obra Vorágine 123321
En abril de 2019 publica La mala herencia editada por Ediciones Invasoras que se estrena el 13 de diciembre de 2019 en la sala Lagrada con dirección de Laura Garmo Sus obras se han representado en España y Cuba.
Sus obras se han traducido al inglés, catalán, portugués, gallego y polaco.
Ha seguido cursos de escritura teatral y dramaturgia con Albert Boadella, José Sanchis Sinisterra, Juan Mayorga, Fermín Cabal, Marco Antonio de la Parra, Claudio Tolcachir, Eusebio Calonge y Paco de la Zaranda y un taller de narrativa con Augusto Monterroso y Sergio Pitol. Y ha impartido cursos y talleres de dramaturgia en Alcalá de Henares, Madrid (Lagrada), Bata, Guinea, Buenos Aires (Timbre 4)
Entradas 12€ en https://entradium.com/events/las-patrias-ilusorias